Introducción: Lleve para el salón de clases algunos globos. Comience la clase hablando a los niños: “a mi me gustaría realizar un juego con ustedes, pero necesito de dos voluntarios. Cada uno de ustedes dos recibirá un globo, y, cuando yo haga una señal, deberán inflarlo lo máximo que pueda. Ganará el niño que haga el globo más grande sin dejar que se reviente.” Seguramente, con la tentación de querer inflar los globos, ellos terminarán reventándose. Pregúntele a los niños lo siguiente: ¿Ustedes saben por qué los globos se revientan? Ellos se revientan porque son frágiles y no aguantan mucha presión. Nosotros también somos así. Cuando nos exaltamos y nos creemos mejores que otros, quedamos llenos de orgullo como un globo. Sin embargo, algún día iremos a descubrir algo que no poseemos o que no pudimos hacer, entonces, tenemos que humillarnos y pedir ayuda. La historia de hoy nos mostrará algo muy importante. Vamos a aprender sobre la humildad y cómo ser humildes, pues los “orgullosos un día irán a reventarse como un globo”.
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