miércoles, 25 de noviembre de 2015

LA HISTORIA DE GEDEON (Para Educadoras y Consejeras)


De acuerdo con el diccionario, fuerza es toda causa capaz de actuar, de producir un resultado. La Biblia relata, en el libro de Jueces, a partir del capitulo 6, la historia de un hombre que, movido por la indignación, consiguió vencer la esclavitud impuesta por los enemigos.
En aquella época, el pueblo de Israel sembraba y, cuando era de cosechar los madianitas, amalequitas y los pueblos del Oriente iban a destruir toda la cosecha, hasta los animales y no dejaban ningún sustento para ellos. Delante de esta terrible situación, había un hombre que por su indignación y coraje consiguió llamar la atención de Dios.
Gedeón estaba sacudiendo el trigo en el lagar, es decir, él estaba separando el grano de trigo de la paja, cuando el Ángel del Señor apareció y le dijo: “El Señor es contigo, hombre valiente” (Jueces 6.12). En vez de agradecer o decir Aleluya, él le preguntó ¿Por qué estamos en esta situación?, el Obispo Macedo habla que Gedeón y su fuerza estaba exactamente en la indignación que había dentro de él por la situación que el pueblo pasaba con sus enemigos: “En su mente tenía la certeza que el Dios de sus antepasados y de sus maravillas. Era un Dios Omnisciente, Omnipresente y Todo-Poderoso. Esto quiere decir que era un Dios que respondía en el acto (momento). Debido a su fe racional, Gedeón era indignado contra la situación en su país. No aceptaba creer en un Dios tan grande y vivir sometido a la esclavitud impuestas por los enemigos. Si Dios es padre y dueño de todo el Universo, ¿Pueden sus hijos vivir de cualquier manera? ¿Usted cree que tener fe racional, sobrenatural e inteligente es aceptar esa situación? ¡Sólo los hijos de las tinieblas aceptan! ”
“La indignación no nace por gusto y de la nada como una buena idea solamente. No, por el contrario, nace de una reacción (fuerza) violenta contra la injusticia sufrida. Todo lo contrario de los acomodados en la fe, los indignados buscan sus derechos adquiridos en la cruz con garra, determinación y osadía. Es todo o nada, vida o muerte delante de Dios que había hecho la promesa a Abraham, Isacc e Israel, con juramento.

Si en el pasado, Dios hizo obras grandiosas para liberar Su pueblo, mucho mas Él hará en el presente para que su vida y de su familia venga a cambiar. Basta usted indignarse y creer en la respuesta.

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