sábado, 26 de septiembre de 2015

Para meditar,Consejeras y Educadoras




Ana la profetiza: Desconocida pero un gran ejemplo
"Estaba también allí Ana, profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada, pues había vivido con su marido siete años desde su virginidad, y era viuda hacía ochenta y cuatro años; y no se apartaba del templo, sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones. Esta, presentándose en la misma hora, daba gracias a Dios, y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención en Jerusalén".
(Lucas 2:36-38)
¿Ya hizo la cuenta?, SI!! tenía más de 91 años y servía de día y de NOCHE!! Ella todos los días iba al templo para hablar de Jesús!!.
De esta profetiza no se tiene mucha referencia, ni se sabe con exactitud por qué se la llama profetiza, pero veamos que Lucas hizo cuestión de nombrarla como referente.
¿Pero referente de qué y para quién?
De qué: de una mujer que no usaba su edad o su condición de viuda como escusa para no servir, por el contrario. A diario iba al templo para hablar de Jesús. Ella dedicó toda su vida al servicio de Dios. En una época donde la mujer no era tenida en cuenta o no se le daba un lugar ella se lo hizo, ella forjó esa confianza con la dedicación al servicio a Dios.
Para quién: Claramente Lucas nos está diciendo, ¿ella servía y ustedes?...
Cuántas son las veces que cuando se marca una evangelización, se buscan mil quinientas escusas para no ir.
Cuántas veces ha tenido oportunidad de hablar de Jesús, en la calle, en el trabajo, en la escuela, en el bus, en el tren, etc y no lo ha hecho porque estaba con poco tiempo.
Cuántas no son las veces que su familia le ha servido de escusas para no ir a la iglesia o para no dar un poco más de tiempo en la Iglesia para ayudar a quien sufre.
Cuántas veces no ha cumplido con el llamado que Jesús le hizo porque priorizó su comodidad o necesidad...
Cuánto hace que usted no sirve a Dios y a su pueblo a través de los ayunos y oraciones
Cuánto hace que usted no sirve a Dios con el 100% de su vida y dedicación...
Una simple mujer de quien no se tiene mucha referencia, en los días de hoy está siendo usada para llamar su atención y alertarlo a despertar...
Ana mantuvo su fe y fidelidad a Dios a pesar de las circunstancias, a pesar de ella misma y de sus sentimientos. En vez de buscar disculpas para no servir decidió SERVIR, dar y dar a cada día, constantemente. Guardó la Palabra y la mantuvo como fuego dentro de sí. No permitió que su amor se enfriase con el pasar de los años, y vea que pasaron muchos.
Quizá usted está como una obrera, una sierva, pero solo de título... El tiempo pasó (dos o tres años) y ya se cansó de esperar la promesa, de continuar firme en la Palabra, de guardar su fe...
¿Usted se ha entregado como Ana lo hizo?, ¿será que usted sería fiel y mantendría la Palabra de Dios durante tanto tiempo, sola, sin nadie con ella, sin familia, como ella lo hizo?.
Vamos a reflexionar sobre qué servicio estamos presentando delante de Dios, acaso ¿no podríamos dar aún más?
Es momento de actitudes, no es solo concordar con una información, abramos los ojos y manos a la obra!!!

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