Hola educadoras, ya empezamos con el nuevo tema,
esta es una sugerencia para cambiar los frutos de la carne por los del Espíritu.
Basta conocer la palabra de Dios y practicarla y así van a brotar en nuestras vidas
los frutos del Espíritu Santo y los frutos de la carne se pudrirán y caerán.
Las obras de la carne nos dejan infelices, pero con la práctica de la palabra de Dios
aprendemos las características de los frutos del Espíritu y solamente entonces seremos felices!
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