miércoles, 3 de febrero de 2016

TEMOR: ESCOGIENDO BUENAS AMISTADES


Cuando tememos a Dios, elegimos correctamente a nuestras amistades como lo hizo Timoteo con Pablo, que eran amigos. Y usted… ¿a quién a elegido para ser su amigo? Sus amigos, temen a Dios o hablar malas palabras; ¿les gusta desagradar a Dios? En fin, será que por sus amistades da para que nosotras veamos su temor a El? Daniel era otro siervo, también temiente a Dios y que sabía elegir a sus amistades. 

Entre los jóvenes de Jerusalén había un chico de nombre Daniel, un joven bonito e inteligente y sus tres amigos: Hananias, Misael, y Azarías. En el medio de toda la idolatría que había en Jerusalén, esos cuatro jóvenes siempre se mantuvieron fieles a su Señor y daban su buen testimonio de que solo a El adoraban. Con mucha seguridad sus padres eran muy temientes a Dios porque cada uno de sus nombres tiene un significado que habla respecto de la adoración de Dios . el nombre Daniel en hebraico significa “ Dios es mi juez”; Hananías significa Presente del Señor”; Misael significa “Aquel es el Dios fuerte y Azarías significa “el Señor es el socorro”. 

Daniel y sus amigos estudiaron diligentemente, pero también no dejaron de orar continuamente y de confiar en su Dios. Siempre aprovechaban al máximo los estudios porque sabían que era eso lo que Dios deseaba que hagan. Daniel y sus amigos fueron recompensados por su fe en Dios, su obediencia a El y aprendieron mucho estudiando. Ellos no precisaron engañarle a nadie, aún siendo jóvenes fueron fieles, sabiendo elegir lo bueno. “Dios les dio el conocimiento y la habilidad en toda cultura y sabiduría” (Daniel 1.15) 

Sinceridad y bendiciones a partir de la obediencia Cuando tememos a Dios, queremos agradarlo y no vivir de apariencia. Hay quien en casa con los padres tiene una forma de comportarse y cuando están lejos se tornan otras personas, eso no es temer, eso es tener miedo, obedeciendo cuando lo están mirando para no ser castigado, pero del Señor que todo lo ve, quién se podrá esconder. 

El es misericordioso y siempre que piden su ayuda extiende sus manos, mismo habiendo sido un hijo desobediente, si usted quiere cambiar Dios lo ayudará, y para el que lo teme y lo obedece muchas bendiciones lo acompañarán. (Deuteronomio 28).

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