DIOS es Omnipresente, Omnisciente y Omnipotente
¿Podrá alguien esconderse donde yo no pueda verlo? ¿Acaso no soy yo el Señor, que llena el cielo y la tierra? […]
(Jeremías 23:24).
(Jeremías 23:24).
Muchos piensan que pueden hacer lo que quieran, que nada les pasará si
hacen algo malo. Creen que Dios tiene otras cosas en qué ocuparse y no
se molestará en verlos. El mundo, sin embargo, no considera que la
mirada del Señor observa toda la Tierra.
Todo lo ve,
Todo lo sabe y
Todo lo puede.
No hay quien pueda alejarse de la mirada de Dios.
No existe lugar que Dios no conozca, no es posible esconderse de Él,
pues Él creó todas las cosas. Sea que alguien practique el mal o el
bien, todo puede verlo. Los ojos del Señor están contemplando toda la
tierra, para mostrar su poder a favor de los que mantienen hacia él un
corazón perfecto […] (2 Crónicas 16:9).
Todos los conocimientos vienen de Él, Él es la propia sabiduría. Pero
la sabiduría y el poder son de Dios, y suya también la decisión
inteligente (Job 12:13).
Por eso podemos confiar en Él. ¿Confiarías en un médico que sepa mucho
sobre tu problema de salud? ¿Confiarías en un profesor que conozca mucho
sobre su materia? Aunque esas personas sepan mucho, nadie lo sabe todo,
a no ser Dios. Él conoce el pasado, el presente y el futuro. Conoce tu
corazón y el de tu familia.
Todo lo que quieres conocer o saber, Él lo sabe. Busca esta sabiduría
meditando en la Palabra de Él. Entiendo más que mis maestros, porque tus
testimonios son mi meditación (Salmos 119:99).
Dios Poderoso, Tú eres el Dios que hace maravillas; has manifestado entre los pueblos tu poder (Salmos 77:14).
Entregándote a Él, por fe, ocurre el milagro del nuevo nacimiento. Pero
a todos los que la recibieron, a los que creen en su nombre, les dio la
potestad de ser hechos hijos de Dios (Juan 1:12).
Tú conoces muchos superhéroes que tienen poderes en las tiras cómicas,
pero el poder de Dios es mucho mayor al que cualquier tira cómica pueda
inventar. Y nos convierte en algo más importante que un superhéroe. Ese
poder hace posible que nos convirtamos en hijos de Dios.
¿Quieres ser uno de ellos?
Ester Bezerra
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