Queridas educadoras, en esta ocasión tenemos para ustedes un gran ejemplo de HUMILDAD, se trata sobre la parábola del hijo prodigo que encontramos en Lucas 15 11-32, donde un hijo recibiendo su herencia se fue lejos de su padre, y malgasto su dinero en diversión hasta terminar sin nada, se vio en gran problemas pues ya no tenía ni para comer hasta el punto de terminar trabajando cuidando puercos, hasta que llego el momento que reconoció que se había equivocado y tomo la decisión de regresar a casa de su padre a pedir perdón y el tan solo quería que lo trataran como un trabajador de su padre, y así lo hizo el volvió, sin embargo al verlo su padre le dio un gran abrazo y mando ponerle las mejores ropas y dar un gran banquete y su padre dijo así: Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Miren educadoras que lección tan grande, si uno es humilde acepta sus errores y pide perdón de verdad y con sinceridad, lo recibirnos.
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