Está idea es muy buena para fijar esta enseñanza, que esta en nuestro plan:
Vea algunas formas de usar la oración:
Enseguida al despertar, debemos presentar a Dios nuestro día para que todo
salga bien. Al entregar nuestro día en las manos de Dios, confiamos que todo
lo que acontezca será lo mejor, para nuestro bien.
Al caer la noche, debemos agradecer por el día maravilloso que Dios nos
proporciono. A veces el día no parece haber sido tan bueno, pero nosotros
no tenemos noción de los problemas que Dios nos libró.
Ese debe ser nuestro compromiso antes de ir a la cama, pues si conseguimos
llegar hasta allí, fue única y exclusivamente porque nuestro Señor permitió!
Ese es el Pan nuestro de cada día, es hablar con Dios y oír Su dulce Voz.
Antes de cada refrigerio, debemos agradecer por la comida que recibimos y
pedir a Dios que nunca falte el alimento en nuestra casa. Muchas personas
no tienen que comer porque el espíritu de la miseria entro en la vida de ellas.
Dios no es Dios de miseria, El prometió que comeremos lo mejor.