EBI Chile: Diferencia visible a los Ojos de Dios

Una sugestión muy simple es montar dos muñecos en tamaño grande para trabajar en grupo o en hoja A4 para grupos pequeños, donde puede ser "mostrado" la diferencia que el profeta Samuel "NO" estaba viendo pero estaba visible a los Ojos de Dios.

Este recurso fue creado en citas de esta frase del Plan Mensual:

"La persona que es bonita por dentro queda cada vez más bonita a nuestros ojos, cuántas veces la gente conoce a una persona que, en el momento, parece ser bonita por fuera, pero conforme el tiempo va pasando y vamos viendo el comportamiento malo de esa persona, ella se vuelve fea a nuestros ojos? Hasta su belleza exterior desaparece! De la misma manera, una persona que, en el momento que la conocemos no parece tan bonita exteriormente, conforme vemos su comportamiento ejemplar, ella se ve cada vez más bonita a nuestros ojos. La belleza exterior que realmente permanece es aquella que refleja la belleza interior. Dios siempre mira el corazón y no la apariencia, podemos ver varios ejemplos, si Dios mirara para el exterior no elegiría a Abraham para ser el padre de una gran nación, no haría de él una bendición, Dios podría escoger un hombre más bonito, más joven que tuviese toda la juventud por delante, pero NO, El escogió a Abraham por causa de su corazón limpio y siempre listo para atender la voluntad de Dios. Y tenemos también a David que la biblia relata que tenia un corazón según el corazón de Dios, un corazón bueno que obedecía la voluntad de Dios. Por eso él fue escogido aún siendo joven para ser el rey de Israel. Ya Eliabe el hermano de David, Dios no se agrado del corazón de él por eso no lo eligió para ser el rey, en el corazón de él había vanidades, rabia, envidia aún siendo fuerte, muy bonito e inteligente soldado del ejército pero nada de eso llamó la atención de Dios. Existen muchas posibilidades de cambiar la apariencia exterior de alguien, pero si usted fuese bonito por dentro nunca perderá su belleza, no importa cuanto cambie su cuerpo. Su valor no está en la apariencia que su cuerpo tiene. Usted no es su nariz, usted no es su ojo, usted no es su cabello, sus dientes o su estómago. Esas cosas hacen parte de usted, pero no lo definen. Usted es su carácter, sus actitudes y sus palabras. Procure siempre tener un corazón limpio para agradar a Dios.