Educadoras,
Nosotros representamos esta casa y debemos vigilar siempre que es lo que dejamos entrar, si el peligro se aproximara a nuestra casa nosotros inmediatamente reaccionaríamos y defenderíamos nuestro hogar y si el bien llegara a casa también lo recibiríamos con placer, así es con nuestra vida, debemos ver que es lo que hemos recibido en nosotros a quien le hemos abierto la puerta de nuestro corazón y de que hemos llenado el templo del Espíritu Santo, al abrir la puerta encontraremos el resultado de lo que hemos dejado entrar en nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario