sábado, 28 de noviembre de 2015

Plan Diciembre - Gedeón



OBJETIVO: Llevar a los niños a que sepan que Gedeón fue un hombre de mucha fe y conocía las Promesas de Dios para Su pueblo. Viendo que los enemigos los afrentaban y ridiculizaban a Dios, se indignó pidiéndole a Dios una solución.

LECCIÓN:

LA INDIGNACIÓN DEL VENCEDOR

“Cuando el Ángel del Señor se le apareció a Gedeón, le dijo: ¡El Señor está contigo, guerrero valiente! Pero, Señor —replicó Gedeón—, si Dios está con nosotros, ¿cómo es que nos sucede todo esto? ¿Dónde están todas las maravillas que nos contaban nuestros padres?”
Gedeón vivió en una época en la que el pueblo de Dios estaba siendo perseguido por los enemigos. El pueblo trabajaba y producía, pero vivía en la miseria porque le robaban.
Cada tanto, los enemigos venían y robaban todo lo que el pueblo había producido.

Por eso, Gedeón se indignó contra la situación.

Él sabía Quién era Dios. Conocía las historias del pasado, de cómo Dios había liberado al pueblo de Israel de la esclavitud en Egipto, enviando plagas para que Faraón los dejara ir.
Sabía que, cuando el pueblo había sido acorralado por el ejército y había quedado entre el ejército y el mar, ¡Dios había abierto el Mar Rojo para que el pueblo pasara, de manera extraordinaria, de modo que las aguas del mar quedaron como si fueran una pared a la izquierda y a la derecha del pueblo, y todos ellos pisaron en tierra seca en el medio del mar!

Años después, lo mismo sucedió con el río Jordán.
Para que el pueblo llegara a la Tierra Prometida.
Y, a cada batalla para conquistar la Tierra Prometida, Dios le daba la victoria a ese pueblo.
Así, lograron establecerse y prosperaron.
¡Gedeón sabía todo eso y mucho más!
Conocía la historia de Abraham y cómo Dios siempre le había sido fiel.
Conocía la historia de Josué y las victorias que Dios le había dado al pueblo.
Conocía la historia de Noé y cómo Dios lo había salvado del diluvio.
Oía las historias maravillosas de ese Dios poderoso que había salvado a su pueblo de manera extraordinaria.
Y, ahora, ese mismo pueblo estaba oprimido y derrotado, viviendo en la miseria y con miedo, al punto de tener que esconderse y aceptar ser robado por los enemigos.

¿Cómo podría aceptar eso, sabiendo todo lo que sabía?

Y, si ese Dios poderoso y maravilloso realmente estuviera con él, ¿cómo estaban sucediendo esas cosas horribles?
Entonces, Gedeón se indignó contra esa situación.
Si Dios estaba con él, esa situación vergonzosa no podía continuar.
Él no se indignó contra Dios, sino que se indignó contra la situación.
Al igual que él, podemos actuar de la misma forma.
Esto es la fe inteligente. Si Dios está con nosotros entonces Su Palabra tiene que cumplirse en nuestra vida y en la de nuestra familia.

Vos podés - y debés - indignarte contra la situación y aliarte con Dios contra el mal que ha destruido a tu familia o estorbado tu vida.

La indignación no es rebeldía.

La rebeldía tiene que ver con la desobediencia, y eso está mal.
La indignación tiene que ver con no aceptar la situación justamente por saber que esa situación no tiene nada que ver con Dios.
Gedeón era un indignado, pero no era rebelde.
Él tenía temor a Dios y justamente por respetarlo y saber quién era Él, no aceptaba esa situación.
No te conformes con la situación, ni te acobardes frente a las dificultades.
Si entregaste tu vida a Dios de cuerpo, alma y espíritu, tenés el derecho de tener una vida de calidad.
Él está a tu lado y quiere ser tu aliado contra todas las dificultades.
En la vida siempre tendremos problemas, pero con Dios venceremos todos los problemas que vengan.
Él nos garantiza la victoria y podemos exigir eso de Él.
No de una forma desconsiderada, sino exigirle por saber que Él no miente.
Él no se enojó cuando Gedeón Le preguntó por qué pasaban esas cosas si ël estaba con ellos.
Pero Dios no dijo que estaba con el pueblo, dijo que estaba con Gedeón.
El pueblo estaba clamando por la liberación, pero aún había muchas cosas incorrectas en medio a ellos.
Tenían incluso un altar para un Dios extraño llamado Baal.
Para que Dios pudiera estar con ellos iban a tener que reconciliarse con Él.
Dios es Santo y, para andar con Él, también tenemos que ser santos.
Debemos apartarnos de lo que no Le agrada.
Debemos cuidar nuestro comportamiento para no mentir, no ser maliciosos, perdonar, ayudar a los demás, oír y obedecer a nuestros padres y a Dios, en fin, tener actitudes de un hijo de Dios.
En la parte de arriba del Altar del Templo de Salomón, en San Pablo, está escrito: “Santidad al Señor”.
En el lugar más importante de aquel lindo Templo está escrito lo que debe estar grabado en nuestro corazón y en nuestra mente.

¿Qué significa “Santidad al Señor”?

Significa separarse para Dios, como Su propiedad exclusiva.
La Biblia dice que nuestro cuerpo es Templo del Espíritu Santo.
Él quiere habitar dentro de nosotros.
El Espíritu Santo viene a habitar en aquellos que buscan esa santidad.
Y quien tiene el Espíritu Santo tiene los pensamientos de Dios.
No te quejes, indignate en contra de la situación y creé en Dios.
Cuando ves una situación en tu vida que no está bien, que parece injusta, viene una indignación desde el fondo.
Esa es la energía de la indignación.
Usá la fuerza de tu indignación de una manera positiva, y no negativamente.
Usarla de una manera negativa es utilizarla para quejarse, culpar a los demás y volverse rebelde.
Usarla de manera positiva es usarla como combustible de la fe.
La fe es la certeza de las cosas que se esperan.
Por ejemplo, si tus padres están peleándose y vos sabés que Dios quiere que ellos sean felices.
Entonces, no es correcto que estén peleándose.
En lugar de gritarles o alterarte, podés colocar la energía generada por esa indignación en la certeza de que esa relación va a ser restaurada y ellos van a estar bien.
Podés hablar con Dios, en oración, ¿recordás lo que dijimos sobre la oración?
En tu cuarto, sin que nadie vea, usá el nombre de Jesús, expulsá el mal que está causando la división en tu familia, pedile a Dios que cuide a tu familia y bendiga tu casa.
Tené la certeza de que la situación va a resolverse y hacé un pacto con Dios, para que tu vida sea de Él y, así, verás Su voluntad siendo hecha.
Gedeón sacó cosas incorrectas de su vida, sacrificó, obedeció a Dios y fue a la guerra contra los enemigos con un ejército muy pequeño. Pero tuvo coraje porque confiaba en la Palabra de Dios.
Él usó la indignación como combustible de su fe y logró vencer a varios ejércitos.
Logró liberar a su pueblo y aliarse a Dios con la fuerza de su indignación, que le dio la valentía que no tenía.
Dios no cambió, continúa siendo el mismo Dios de Gedeón.

CONCLUSIÓN:

No te conformes con la situación, ni te acobardes frente a las dificultades.
Sé un niño que piensa y Le exige a Dios Su Palabra, en su vida y la de su familia.

Observaciones para las tías:

Hacerles preguntas a los niños ( las que colocamos debajo son sugerencias que pueden ser usadas, pero la tía, que conoce a los niños y está con ellos en el momento de la clase, puede- y debe- crear sus propias preguntas relacionadas al tema, para interactuar con ellos y hacerlos pensar, aplicando su propia vida a lo que oyeron.)

Pedir testimonios (es importante que los niños vean el resultado de lo que ha sido predicado.

Así como el pastor muestra los testimonios de transformación de vida, es importante que la tía también muestre testimonios.
Converse con los niños y vea qué hicieron esas enseñanzas es sus vidas.
Usted se sorprenderá y el Espíritu Santo orientará su trabajo.)

Sugerencia sobre las preguntas:

¿Hay alguna situación en tu vida que te cause indignación?
¿Quién estaba conforme con la situación y, después de haber oído, aprendió a usar la indignación y vio el resultado? (Esa pregunta debe realizarse a lo largo del mes, después de que el niño ya haya estado en algunas clases sobre el tema.)

Nota:

Ínteractuar con los niños de acuerdo con las respuestas.

Pedirle dirección al Espíritu Santo.

Saber darle ejemplos al niño para que reciba, cada día, una enseñanza extra. Los temas son mensuales, pero las tías deben enriquecerlos con ejemplos diariamente.

Frases clave para orientar la clase de los niños menores:

Gedeón conocía las maravillas que Dios había hecho.
Si Dios estaba con Él, esa situación horrible no podía continuar.
Indignate contra el mal y aliate a Dios.

Indignación no es rebeldía
Dios nos garantiza la victoria y podemos exigirle eso.
Apartate de lo que no Le agrada a Dios.

Quien tiene el Espíritu Santo, tiene los pensamientos de Dios.
No te quejes, indignate en contra de la situación y creé en Dios.
Hacé un pacto con Dios para vencer.

Palabra de la Sra. Ester - Diciembre

Indignación
A lo largo de este año, que enseñamos aquí en EBI, pasajes bíblicos que narran las maravillas de Dios vivo entre su pueblo. ¿Sabía usted que la increíble historia de lo que hizo en el pasado y entender que Dios sigue siendo el mismo, y que espera que sus hijos continúen confiando y manteniendo sus promesas.
En su tiempo, Gedeon escuchó también el hombre de Dios habla de los milagros del pasado. Oyó historias maravillosas sobre cómo Dios liberó al pueblo hebreo de la esclavitud en Egipto, de una manera extraordinaria. Puso esta bien en su corazón y no olvidar.
Sin embargo, comenzó a ver a sus personas sufren la opresión de nuevo por otras personas, invadiendo sus campos y destruyó su ciudad. Gedeón estaba muy enojado contra esa situación. Sus personas que trabajan con semillas y ganado ocultos - e incluso en cuevas porque otras personas vieron y le robaron sus pertenencias. Ya no podía soportar tener que trabajar tan duro y permanecer despierto y aterrorizado por la madrugada, con miedo de las invasiones, hasta que ...
"El ángel del Señor se le apareció y le dijo: El Señor está contigo,varon esforzado y valiente. Y Gedeón le respondió: Ah, Señor mío, si el Señor está con nosotros, ¿por qué entonces es todo esto nos ha sobrevenido? ¿Y dónde están todas sus maravillas, que nuestros padres nos han contado, diciendo:
¿No dijo el Señor nos sacó de Egipto? Pero ahora el Señor nos ha desamparado, y nos ha entregado en manos de los madianitas "Jueces 6: 12-13.
Dios no pensó que era su rabieta, pero entiende que Gedeón creyó tanto que Dios había prometido a su pueblo, que estaba requiriendo el cumplimiento de la promesa porque él no estaba viendo lo que realmente sucede. Él sabía que Dios no miente, entonces, que estaban experimentando no tiene sentido.
Con esta actitud de cobrar las promesas de Dios, Gedeón mostró su fe en que agradó a Dios. Hasta entonces, nadie de las personas que buscan y así sufrió cada vez más y se distanciaron del Señor Dios.
Hemos aprendido sin fe es imposible agradar a Dios.
Así que si usted cree que la Palabra de Dios y ve en su casa de los problemas financieros, enfermedades y muchas peleas, tiene que rebelarse contra esta situación. No es la rebeldía contra Dios, pero si la indignación contra el mal. Los justos no pueden aceptar ningún tipo de opresión o esclavitud. Esta indigacion nos hace experimentar el poder de Dios nos permite continuar e incluso ayudar a otros que sufren.
Dios se complace cuando expresamos esta fe inteligente y tratamos de vivir una vida de sacrificio y obediencia a Él. Esto también incluye la fidelidad en los diezmos y las ofrendas, porque creemos en la protección de lo que promete a los que son fieles y hacer nuestra parte para asegurar que no vamos a estar en las manos de nuestros enemigos.
No podemos aceptar el sufrimiento, no acobardarse frente a los problemas. Nuestro Dios es el Señor de los ejércitos y sus hijos no puede comportarse como derrotado. Tienen que ser valiente, audaz y con actitud de ganadores, sin importar la situación.

jueves, 26 de noviembre de 2015

Acitividades Gedeón






Recurso para la clase!!!!

La idea de este recurso es hacer una caja que lleve por
nombre "frutos de la humildad" dentro de ella se
encontraran papelitos con la descripción de los frutos que
posee una persona humilde, entonces las consejeras
sacaran un papelito de esta caja (o podemos pedir la
participación de los teens para una clase más dinámica) y
explicaran cada uno de estos frutos

En la Fe de Gedeon

srael era el retrato del fracaso. Eso provocó indignación en un hombre llamado Gedeón…
El pavor a los pueblos enemigos obligó a los israelitas a abandonar casas y propiedades para habitar en cuevas y cavernas en los montes. Aun así, en su poco tiempo de paz, Israel sembraba, pero, en el tiempo de la cosecha, los enemigos arrasaban con todo.
Al igual que langostas, los madianitas se aliaban a losamalequitas y a otros pueblos de Oriente; subían contra Israel y destruían toda la cosecha. No les dejaban sustento alguno, ni bueyes, ni ovejas, ni asnos. Nada.
La crisis de Israel fue tal que no hubo otra alternativa que clamar al Dios de sus antepasados. Su humillación y clamor tocaron el corazón de Dios. Y el Altísimo escogió a Gedeón para libertar a su pueblo.
Es interesante observar el criterio usado por el Señor para elegir a sus siervos. Gedeón era el hombre más indignado de Israel debido a su situación. Su odio hacia la insolencia enemiga generó su indignación, pero no sabía cómo sacar provecho de esa energía. Fue entonces que el Ángel del Señor se le apareció y le dio una palabra.
Las personas que nos hacen mal no deben ser objeto de nuestro odio, sino los espíritus inmundos que las usan para atacarnos. Gedeón no tenía tal discernimiento. Al oír del Ángel que el Señor estaba con él, inmediatamente, mostrando su indignación, respondió con un tono de incredulidad:
«Señor mío, si el Señor está con nosotros, ¿cómo es que nos ha sobrevenido todo este mal? ¿Dónde están las maravillas que nuestros padres nos contaron, cuando nos decían que el Señor los había sacado de Egipto? […]» (Jueces 6:13).
Tal reacción caracteriza muy bien al tipo de persona ideal escogida por Dios para la guerra contra el infierno. Tanto que, en lugar de ser reprendido por su atrevimiento, el Ángel confirmó su llamado:
«El Señor lo miró fijamente, y le dijo: “Con esa misma fuerza que demuestras, vas a salvar a Israel del poder de los madianitas. ¿Acaso no soy yo quien te está enviando?”» (Jueces 6:14).
Lo anterior nos muestra que la fuerza de Gedeón era su indignación.
¿Se han levantado enemigos [problemas] en tu contra? Entonces es el momento ideal para que la furia de tu fe en contra de la situación puede manifestarse.

La Parábola del buen Samaritano (Ejemplo de Humildad)


Había una vez tres hombres: un sacerdote, un levita y un samaritano. El sacerdote y el levita conocían la Palabra de Dios. El samaritano no. Un día un hombre salió de la ciudad de Jerusalén a Jericó, y al pasar por un camino fue atacado por ladrones. El hombre se asustó y de inmediato dio todo lo que tenía a los ladrones.
Pero los ladrones fueron muy desagradables y golpearon al pobre hombre lo dejaron tendido en el suelo, con moretones. Un sacerdote vino, vio al hombre herido, pero no se detuvo para ayudar. Luego vino el levita paso por aquel camino. Vio también que el hombre necesitaba ayuda, pero siguió rápidamente y lo dejo sufriendo en el camino. Por último vino un samaritano montado en su caballo, y al ver al hombre herido, gimiendo de dolor, se detuvo para ayudarlo. El buen samaritano puso al hombre sobre su animal y empezó a buscar un albergue para dejarlo.
Cuando lo encontraron, dejo al herido en ese lugar. Pero antes de partir, pagó todos los gastos y pidió al hospedero, que cuidara de él, de sus heridas y tratara al paciente hasta que estuviera completamente curado y le dijo: Cuídalo y todo lo que gastes de más yo te lo pagaré cuando regrese.
¡Qué gran amor al prójimo y ejemplo de humildad,que mostró buen samaritano, no es cierto!
El Samarito fue el único que se hizo prójimo del herido.
Muchas veces sabemos lo que es correcto hacer, pero no lo hacemos e intentamos justificarlo, pero Dios conoce nuestro interior, solamente seremos prójimos de alguien si somos humilde, nos acercamos y extendémos las manos para ayudar a esa persona, sino seremos mas bien lejanos de ella.
No basta solamente conocer la Palabra de Dios, si no la practicamos, seremos como estos dos hombres, que eran conocidos como personas de Dios, pero fueron reprobados en sus actitudes.

miércoles, 25 de noviembre de 2015

Qué vaso es usted?

Actividad Práctica

Hola educadoras!
En el mismo espíritu de mostrar la Humildad, vamos ahora a llevarlos a un análisis de quien es o no humilde.

Dinámica: Qué vaso es usted?

Vaso de cristal: Representa a la persona que es frágil y sensible a cualquier palabra (persona sentimental).

Vaso rajado: Representa a la persona de corazón duro, mientras no se corrija no puede ser llena de Dios (persona vacía).

Vaso de oro: Representa a la persona engrandecida, que se cree mejor que las otras (persona orgullosa).

Vaso sucio: Representa a la persona con corazón sucio, lleno de tristezas, si miramos para adentro solo encontraremos suciedad (persona impura).

Vaso adornado: Representa a la persona que solo tiene una bella apariencia, se preocupa solo con el exterior (persona vanidosa).

Vaso de barro: Representa a la persona simple, acepta la corrección, ser moldeada por Dios (persona humilde).









La Oración

Enseñaremos a los niños que a través de nuestra oración podemos vivir todos los días cerquita de nuestro Dios, entonces, exhortaremos a los niños a hacer sus oraciones y así Dios venga hacer su parte de su día a día. Mostraremos que ellos pueden orar en su casa; cuando amanece, cuando van a comer o cuando va anochecer.


LA HISTORIA DE GEDEON (Para Educadoras y Consejeras)


De acuerdo con el diccionario, fuerza es toda causa capaz de actuar, de producir un resultado. La Biblia relata, en el libro de Jueces, a partir del capitulo 6, la historia de un hombre que, movido por la indignación, consiguió vencer la esclavitud impuesta por los enemigos.
En aquella época, el pueblo de Israel sembraba y, cuando era de cosechar los madianitas, amalequitas y los pueblos del Oriente iban a destruir toda la cosecha, hasta los animales y no dejaban ningún sustento para ellos. Delante de esta terrible situación, había un hombre que por su indignación y coraje consiguió llamar la atención de Dios.
Gedeón estaba sacudiendo el trigo en el lagar, es decir, él estaba separando el grano de trigo de la paja, cuando el Ángel del Señor apareció y le dijo: “El Señor es contigo, hombre valiente” (Jueces 6.12). En vez de agradecer o decir Aleluya, él le preguntó ¿Por qué estamos en esta situación?, el Obispo Macedo habla que Gedeón y su fuerza estaba exactamente en la indignación que había dentro de él por la situación que el pueblo pasaba con sus enemigos: “En su mente tenía la certeza que el Dios de sus antepasados y de sus maravillas. Era un Dios Omnisciente, Omnipresente y Todo-Poderoso. Esto quiere decir que era un Dios que respondía en el acto (momento). Debido a su fe racional, Gedeón era indignado contra la situación en su país. No aceptaba creer en un Dios tan grande y vivir sometido a la esclavitud impuestas por los enemigos. Si Dios es padre y dueño de todo el Universo, ¿Pueden sus hijos vivir de cualquier manera? ¿Usted cree que tener fe racional, sobrenatural e inteligente es aceptar esa situación? ¡Sólo los hijos de las tinieblas aceptan! ”
“La indignación no nace por gusto y de la nada como una buena idea solamente. No, por el contrario, nace de una reacción (fuerza) violenta contra la injusticia sufrida. Todo lo contrario de los acomodados en la fe, los indignados buscan sus derechos adquiridos en la cruz con garra, determinación y osadía. Es todo o nada, vida o muerte delante de Dios que había hecho la promesa a Abraham, Isacc e Israel, con juramento.

Si en el pasado, Dios hizo obras grandiosas para liberar Su pueblo, mucho mas Él hará en el presente para que su vida y de su familia venga a cambiar. Basta usted indignarse y creer en la respuesta.

jueves, 19 de noviembre de 2015

Humildad: El fariseo y el publicano








Actividades



Historia con enseñanza: La carreta vacía

La carreta vacía

Hola educadoras! 
Hoy les traemos una historia con una buena enseñanza.
Hablar mucho, presumir de lo que uno tiene, de lo que uno hace  es lo que se llama mucho ruido y pocas nueces,  o  dime de qué presumes y te diré qué no tienes. 
Ofrecemos una historia corta que habla de humildad, de hablar mucho porque precisamente tiene poco en su interior.La  se llama "La carreta vacía"



La carreta vacía
Caminaba con mi padre cuando él se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio me preguntó: Además del cantar de los pájaros, ¿escuchas alguna cosa más? Agudicé mis oídos y algunos segundos después le respondí: Estoy escuchando el ruido de una carreta. Eso es -dijo mi padre-. Es una carreta vacía. Pregunté a mi padre: ¿Cómo sabes que es una carreta vacía, si aún no la vemos? Entonces mi padre respondió: Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía, por el ruido. Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace. Me convertí en adulto, y ahora, cuando veo a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de todos, siendo inoportuna o violenta, presumiendo de lo que tiene, sintiéndose prepotente y haciendo de menos a la gente, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo: "Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace". La humildad consiste en callar nuestras virtudes y permitirle a los demás descubrirlas. Nadie está mas vacío que aquel que está lleno de sí mismo.

Tarjeta con forma de perrito

Hola educadoras!
Miren que linda idea les dejamos hoy para que puedan regalarle a los
chicos, es muy fácil de hacer, sólo sigan los pasos y verán que lindo
les quedan.







Actividades de la Humildad





Jesús convierte el agua en vino (Juan 2)


En este pasaje, cuando el Señor Jesús convierte el agua en vino, vemos tres ejemplos de humildad:
Jesús, que aunque Dios ha escuchado la petición de María;
María, que reconoció la soberanía y el poder del Señor Jesús cuando dijo, hacer todo lo que él le dice, aunque él y su "hijo";
y siervos, cuando obedeció, se reconoció que la voluntad de Dios tiene que ser realizado.
Para la historia permanecer fresco, vamos a demostrar la transformación del agua en vino, utilizando un recipiente transparente con un poco de polvo de jugo de uva en la parte inferior, dejando a los niños a ver. 
Y además tiene una actividad de fijación muy fresco, estas características le ayudarán a la historia se ve bien en la memoria de los niños.